La inteligencia naturalista es una de las ocho inteligencias múltiples propuestas por el psicólogo Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples. Esta inteligencia se define como la capacidad para observar, comprender y relacionarse con los seres vivos y el entorno natural.
En otras palabras, las personas con una inteligencia naturalista bien desarrollada son capaces de percibir y comprender los patrones, las relaciones y las interacciones que existen entre los seres vivos y su entorno natural. Además, tienen una gran curiosidad por la naturaleza y disfrutan de estar en contacto con ella.
La inteligencia naturalista se desarrolla principalmente a través de la observación, la exploración y la interacción con el entorno natural. Desde la infancia, es importante fomentar la curiosidad y la exploración de la naturaleza, permitiendo a los niños y niñas explorar y descubrir el mundo natural a su alrededor.
A medida que van creciendo, es recomendable proporcionarles experiencias educativas que les permitan profundizar en su conocimiento y comprensión de la naturaleza.
La inteligencia naturalista se manifiesta de diversas formas. Algunas de las habilidades y características que suelen presentar las personas con una inteligencia naturalista bien desarrollada son:
La inteligencia naturalista es una habilidad muy valiosa y necesaria en el mundo actual. En una sociedad cada vez más urbanizada y tecnológica, es fácil perder el contacto con la naturaleza y olvidar la importancia de proteger y conservar nuestro entorno natural. Desarrollar la inteligencia naturalista nos permite: