La inteligencia lógica se refiere a la habilidad de un individuo para pensar de manera analítica, crítica y sistemática, y para resolver problemas de manera eficiente y razonada.
Esta inteligencia se caracteriza por la capacidad de identificar patrones, relaciones, y regularidades en información y datos, y utilizar esa información para llegar a conclusiones y tomar decisiones.
La inteligencia lógica también se relaciona con la capacidad de aplicar principios matemáticos y científicos, y utilizar la lógica y la razón para analizar y resolver problemas.
Las personas con una inteligencia lógica desarrollada son a menudo buenas en matemáticas, ciencias, programación, ingeniería, y otras disciplinas que requieren pensamiento lógico y análisis sistemático.
Es bueno Utilizar ejemplos concretos y sencillos para ilustrar conceptos lógicos, como utilizar juguetes para enseñar a los niños sobre los conceptos de mayor y menor.
Hacer preguntas abiertas que estimulen el pensamiento lógico, como “¿Por qué piensas que eso sucedió?” o “¿Cómo podrías resolver este problema de otra manera?”.
Es importante recordar que cada niño tiene un ritmo y un estilo de aprendizaje para la inteligencia lógica, por lo que es importante ser flexible y adaptarse a las necesidades individuales de cada niño.
Proporcionar retroalimentación: Proporcionar retroalimentación sobre el razonamiento y la lógica utilizados por los niños, tanto para las respuestas correctas como para las incorrectas.
Fomentar el pensamiento divergente: Fomentar el pensamiento divergente al animar a los niños a generar varias soluciones a un problema o a pensar fuera de la caja.