Baratze además de una granja escuela, es un lugar de convivencia y aprendizaje. Cuando estamos en el colegio únicamente contamos con los descansos para juntarnos con todo el curso y disfrutar del juego todos juntos, aunque a veces recurrimos simplemente a jugar con las personas de nuestra clase.
Cuando nos dicen que nos vamos a ir de excursión con el curso, se nos ilumina la cara. Profesores y alumnos se vuelcan en un mismo proyecto que es el de disfrutar y aprender de una manera diferente.
Cuando llegas allí, te transformas. Eres capaz de jugar con alguien con quien antes no habías mantenido trato. Cuentan con infinitas actividades de las que pequeños y mayores pueden aprender unos de otros. Y en las que las diferentes clases de tu grupo no existen formando un único grupo de convivencia.
La granja escuela Baratze promueve una educación diferente y complementaria. Enseña convivencia entre animales y personas. A esto se le suman actividades con materiales reciclados, la madera, la ecología, la multiaventura y otras actividades. Implanta en su sistema de educación las inteligencias múltiples. Pretenden que cada alumno saque el potencial que lo compone además de enseñar las diferentes inteligencias que es lo que hace que cada uno sea especial y bueno en lo suyo.
La granja escuela permite a familias y amigos disfrutar de sus instalaciones y actividades al máximo. Es una manera de que padres e hijos jueguen y aprendan juntos. Este modelo fue impulsado hace algún tiempo y es la manera perfecta de disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Baratze no es algo que se pueda contar, hay que vivirlo. Es una experiencia única capaz de permanecer en tu memoria durante mucho tiempo. Aprenderás a vivir y a convivir. A compartir y colaborar con la gente. Aprenderás a sacar lo mejor de ti y a ayudar a que los demás también lo hagan. Y sobre todo a respetar a todo el mundo.
Vive, convive, aprende, ayuda y respeta.