Aprendiendo de los animales
En la sociedad actual, los más pequeños de la casa viven pegados a una pantalla. Televisión, ordenadores, móviles o tabletas son para ellos su único universo. Por ello, Baratze representa una gran oportunidad para los más pequeños de salir de su entorno habitual. Aquí tienen un primer contacto con la naturaleza. Pueden tocar a los animales, darles de comer, ver su comportamiento… Entran en contacto con los animales de nuestra granja escuela y aprenden de ellos.
Beneficios de estar con animales de la granja escuela
Está científicamente comprobado que el contacto con los animales es beneficioso para todas las personas. No hace falta que el animal sea propio, basta con tener uno cerca. Hablar o tocar a un perro, conejo o burro tiene un efecto tranquilizador. Son compañeros cálidos, afectuosos y que suponen una fuente de relajación y diversión. Los propios animales de la granja escuela fomentan la sociabilidad de los niños y
niñas que nos visitan. Comparten, ríen y comentan si han visto éste y otro animal que está más allá.
Así aprenden de primera mano que los huevos no vienen de la nevera o de los cartones que compran sus padres en el supermercado. También que la leche no viene del tetabrick y que todos los alimentos tienen un proceso antes de llegar a la mesa. Conocerán cómo mugen las vacas o rebuzna el burro. Sabrán cómo es el pelaje de un conejo o de una oveja. Para los adultos es algo obvio, pero para un niño cuyo entorno es la ciudad, es un mundo por descubrir y con el que interactuar.
Muchos de nuestros visitantes es la primera vez que ven y tocan un animal de granja. En nuestros talleres no sólo pueden observarlos o acariciarlos, sino que también se encargan de alimentarlos, ordeñar, limpiarlos, en definitiva, cuidarlos. Los niños salen encantados de esta experiencia inolvidable.
