La base de toda buena educación es aprender con los niños, observándoles y escuchándoles. Pero no es la escuela la única depositaria del deber de enseñar.
La familia y el entorno del niño son la base fundamental de la educación. El compromiso familiar es increíblemente importante. Pero ¿Quién enseña a la familia a ayudar a sus hijos?
Si profesores y padres buscan lo mismo, que es el éxito de los estudiantes ¿por qué no colaborar?
En unas escuelas públicas de Harvard han venido ofreciendo un programa llamado Mind Matters: La familia marca la diferencia. Se basa en investigaciones de vanguardia para proporcionar a las familias habilidades prácticas y conocimientos relacionados con el desarrollo de la primera infancia. Con un enfoque particular en niños de 3 a 9 años, el programa proporciona a las familias recursos para apoyar a los niños emocional, social y académicamente
Se trata de forjar y establecer relaciones con las familias, los padres, tutores, abuelos y las familias extensas de los alumnos. Porque el aprendizaje es una verdadera asociación. Lo importante es conocer a los niños. ¿Qué los hace funcionar? ¿Qué los emociona? ¿Cuáles son los objetivos de los padres para sus hijos? Los profesores han podido ver la diferencia que las relaciones generan a largo plazo. Eso si, requiere un compromiso familiar importante.
Ofrecen a los padres herramientas realmente específicas que luego pueden utilizar con sus hijos. Les equipan con algunos de los conocimientos y algunas de las investigaciones sobre diferentes aspectos, como el desarrollo del cerebro.
Como padres, a veces no se sabe cómo actuar, pero les dan la oportunidad de aprender realmente sobre algunas de las investigaciones, el por qué y el cómo detrás de algunos de los consejos que escuchan tan a menudo. Aprenden de la ciencia, de la investigación comprobada. Ya no tienen que simplemente disparar y ver que pasa. Están aprendiendo las mejores prácticas educativas. Mind Matters está equipando a las familias con el conocimiento que puede marcar una diferencia real en las vidas de los estudiantes.
Según su director: “Las familias que han participado han aprendido mucho. Y un beneficio adicional es que este conocimiento, estas prácticas, realmente cruzan las líneas socioeconómicas. Hay algo para todos, independientemente de los antecedentes. Tenemos padres que tienen títulos de posgrado, y tenemos padres que no tienen diplomas de escuela secundaria, pero que ambos están aprendiendo juntos sobre la mejor manera de ayudar a sus hijos, porque en última instancia todos queremos que nuestros hijos sean felices y exitosos. Es gratificante ver cuántas familias diferentes están aprovechando el aprendizaje. Uno de los otros efectos residuales de los talleres es que crean vínculos y relaciones entre los padres.”
Es una iniciativa que deberíamos importar para nuestros niños. Toda una sociedad implicada en su educación, colaborando y no desestructurando. En la Granja escuela Baratze queremos aportar nuestro granito de arena, queremos aprender con los niños porque nuestro compromiso con cada niño es total. Aprendemos con ellos y para ellos. Y por el entorno que nos rodea podemos aportarles algo que la escuela y las familias generalmente no puede, que es aprender de la naturaleza, con todos los beneficios que esto les aporta y que ya hemos comentado en este blog. Ver el enlace: contacto con la naturaleza