Cuando suena el último timbre del colegio, la mayoría de los niños están listos para volver a casa y pasar su tiempo libre dentro de casa frente a una pantalla. La naturaleza parece alejarse de nosotros en lugar de acercarse. Afortunadamente, cada vez más se reconoce lo esencial que es el acceso a los espacios verdes y la interacción con la naturaleza para la salud y el bienestar de los niños. En este artículo veremos sus principales ventajas.
Cuando los niños pasan el tiempo dentro de casa, pierden la oportunidad de explorar y descubrir sus habilidades físicas. Pero cuando están al aire libre, tienen espacio para trepar, correr, saltar y jugar, lo que fortalece los músculos y los huesos. Cuando los niños no tienen acceso a espacios al aire libre, realizan menos actividad física de la que necesitan para crecer y desarrollarse saludablemente.
Las investigaciones demuestran que muchos niños no realizan suficiente actividad física para mantenerse sanos, lo que les expone a un mayor riesgo de sufrir problemas de salud como la obesidad y la diabetes. Los niños que realizan actividad física con regularidad tienen músculos y huesos más fuertes, lo que puede ayudar a prevenir lesiones en el futuro.
La naturaleza es una poderosa herramienta para mejorar la salud mental de tu hijo. Se ha demostrado que pasar tiempo al aire libre ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión tanto en niños como en adultos. Cuando los niños pasan tiempo en la naturaleza, los estudios demuestran que reduce la presión arterial, aumenta la capacidad de atención y fomenta la creatividad. También está demostrado que la conexión con la naturaleza puede ayudar a los niños a desarrollar la empatía y un mayor aprecio por el medio ambiente.
Se ha demostrado que estar al aire libre aumenta la confianza de los niños en sí mismos y reduce los sentimientos de ansiedad. Lo mejor de estar al aire libre es que hay un sinfín de actividades que animan a los niños a probar cosas nuevas, a conocer nuevos amigos y a reforzar la confianza en sí mismos.
Al mismo tiempo, los niños se conectan con la naturaleza y descubren una forma de vida que está más en sintonía con el mundo que les rodea, lo que puede ayudarles a sentirse más conectados y empoderados. Por ejemplo, la exploración de un arroyo o río cercano ofrece innumerables oportunidades de ejercicio y aventura. Los niños pueden vadear el agua, saltar dentro y fuera de ella, construir cosas con palos y tierra, etc.
Como hemos visto la actividad al aire libre fortalece su salud física y mental al mismo tiempo que aumenta su confianza. Es imprescindible para que los niños y niñas sean felices.